Matutinas Adventistas 2012

miércoles, 29 de febrero de 2012

Matutina Menores 29






















































LÁVATE CADA DÍA!
Luego lavará su ropa y se lavará a sí mismo con agua, y después podrá entrar en el campamento, aunque quedará ritualmente impuro hasta la tarde» (Números 19:7).


¿Te gusta lavarte? Apuesto a que no. ¿Sabes?, cuando yo era niño no obedecía a la primera si mi mamá o mi papá me decían que fuera a lavarme las manos porque íbamos a comer o simplemente porque las tenía muy sucias. No es que nos guste estar sucios, pero por alguna razón, a veces nos da pereza lavarnos, aunque sepamos que limpios nos vemos mucho mejor

La Biblia nos habla muchas veces sobre la importancia de estar limpios. Y no solamente de estar limpios por fuera, sino especialmente por dentro. Por fuera siempre debemos mostrar nuestra mejor imagen, presentarnos ante la gente como personas «sin mancha», pero estar «sin mancha» por dentro es mucho más importante.
¿Qué quiere decir estar «sin mancha» por dentro? Pues quiere decir que cuando hemos hecho algo malo, cuando hemos lastimado a alguien, cuando hemos sido desobedientes o nos hemos portado mal, de alguna manera nos sentimos sucios. Pero no tenemos que quedarnos con esa suciedad, porque si oramos a Dios para que nos perdone, quedamos «limpios» de nuevo. Entonces, lo único que nos falta es pedir perdón a las personas a las que hemos hecho daño.
Si le cuentas a Jesús todas las cosas que te hacen verte sucio, él podrá limpiarte de nuevo para que luzcas de lo mejor



Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush

Matutina Jóvenes 29








































CORAZÓN VALIENTE


Con una mano trabajaban y con la otra sujetaban el arma. Nehemías 4:17.


El título de nuestro tema no se refiere a Mel Gibson, el actor principal de la película Corazón valiente. Se refiere a Nehemías, un líder a la altura de las circunstancias.

Varios siglos antes de Cristo, Nehemías estuvo al frente de un grupo de judíos a quienes el rey Artajerjes había autorizado para reconstruir las murallas de Jerusalén. Sin embargo, lo que a simple vista parecía una tarea sencilla, se convirtió en un desafío de proporciones gigantescas, porque apenas se supo del plan de reconstrucción, aparecieron los enemigos gratuitos, encabezados por Sanbalat y Tobías. ¿Qué hicieron estos aguafiestas para evitar la realización de la obra? Acusaron a Nehemías de rebelión (Neh. 6:5-9), intentaron atemorizarlo (4:7-13), lo ridiculizaron (2:19) y se confabularon para hacerle daño (6:2-4).

¿Cómo respondió Nehemías a estos perversos? Oró a su Dios. Cada vez que Nehemías se encontraba en dificultades, oraba (ver, por ejemplo, 1:4-11; 4:4-5, 9;6:9, etc.). ¡Por eso no podían contra él!

No obstante, Nehemías no solo oraba, sino que también actuaba. Cuando él y sus aliados supieron que se planeaba un inminente ataque a Jerusalén, oraron a Dios, ¡pero también pusieron guardias «día y noche» para defenderse! Más aún, dice el relato que los obreros «con una mano trabajaban, y con la otra sujetaban el arma» (4:17). Algo así como dice el refrán: «A Dios rogando y con el mazo dando». ¡Con razón pudieron completar la tarea en apenas 52 días! ¿Cómo se puede trabajar con un arma en una mano y una pala en la otra? No lo sé. Lo que sí sé es que Nehemías no se sentaba a esperar resultados.

¿Estás enfrentando ahora mismo un desafío grande en tu vida? ¿Quieres realizar un proyecto personal pero estás encontrando mucha oposición? Hoy has aprendido que tienes que arar. Allí se encuentra la fuente de poder. Pero además de orar, tienes que actuar; es decir, hacer todo lo que puedas, de la mejor manera que puedas. En otras palabras, tienes que tomarte de Dios con una mano, y con la otra hacer el trabajo que él te ha asignado.

Mientras sigas estos consejos, nada ni nadie podrán detenerte: «A todo puedo hacerle frente, pues Cristo es quien me sostiene» (Fil. 4:13).


Padre aman, al enfrentar mis desafíos hoy, me apoyo en ti, y resuelvo hacer mi parte con fe y valor.



Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

Matutina Mujeres 29



REGALOS QUE NO CUESTAN NADA!

¡Gracias a Dios por su don inefable. (2 Corintios 9:15)


¡Que hermoso recordar el valor de la amistad y del amor! Aunque las grandes empresas aprovechen la ocasión para asediarnos con publicidad respecto a lo que podemos obsequiar a nuestros amados, es maravilloso celebrar el amor en este mes que precisamente concluye hoy. Diferentes culturas en diversas partes del mundo han homenajeado a aquellas personas que hacen del mundo un lugar mejor con su cariño y amistad.
Hace algún tiempo por la televisión mexicana podía verse un anuncio que decía: «Regale afecto, no lo compre». Es impresionante la suma de dinero que gastamos a veces en adquirir regalos y, sin embargo, en ocasiones olvidamos que en realidad los regalos más valiosos y anhelados no cuestan ni un centavo.
Pensemos en algunos de esos regalos que todos necesitamos recibir y que son completamente gratuitos:
• Escuchar a quien apreciamos sin interrumpir, bostezar ni criticar. Es un arte casi olvidado.
• Dar cariño. Podemos ser generosos con nuestros besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos. Esas pequeñas acciones representan una muestra del cariño que sentimos por nuestros familiares y amigos.
• Sonreír. Haz que tu rostro siempre muestre una sonrisa. Sonreír es una actitud contagiosa que dice: «Ven y ríe conmigo».
• Escribir. Hay quienes poseen el talento de enviar tarjetas, cartas o simples notas. Son como una gota de refrescante rocío.
• Dar cumplidos sinceros. Decir: «Has hecho un buen trabajo», «Te quedó riquísima la comida», «Esa blusa te sienta muy bien» deja un aroma que perdura como el buen perfume.
• Hacer favores. El talento de servir desinteresadamente se puede cultivar con un pequeño esfuerzo. Todos necesitamos un favor en algún momento de nuestras vidas.
No compremos el afecto de los demás con obsequios materialistas, sino regalemos nuestro amor sin esperar nada a cambio, celebrando la grandeza del amor y de la amistad cada día de nuestra vida. Tener a Dios en el corazón nos permitirá compartir el amor y la felicidad que únicamente él puede dar.
Oh Dios, ayúdame a compartir lo mejor de mí en este día, haz que refleje tu bendito amor, y que mis actos iluminen y brinden felicidad a quienes me rodean.



Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Anónimo


Matutina Adultos 29























DISTINGUIR LAS SEÑALES


¡Hipócritas, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos
no podéis distinguir!» (Mateo 16: 3).
Hay un pequeño poema que dice algo parecido a esto:

Treinta días tiene noviembre
con abril, junio y septiembre;
veintiocho solo uno
y los demás treinta y uno.
Si el año bisiesto fuere, ponle a febrero veintinueve.


¿Por qué, cuando el año es bisiesto, ese día de más cae en febrero? Ese día se añade para que el número de días del año refleje con más precisión la traslación de la Tierra alrededor del Sol. El tiempo exacto que tarda nuestro planeta en dar una vuelta alrededor del Sol es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. Esto significa que el año del calendario es ligeramente más corto que el año solar. Por tanto, siguiendo una fórmula precisa de cálculo, cada cuatro años se añade un día al mes de febrero. A ese año lo llamamos bisiesto.

Quizá le interese saber que detrás del origen de los años bisiestos, en el año 45 a.C., se encuentra Julio César. Sin embargo, existen registros de ajustes calendarios llevados a cabo por los faraones egipcios.

Cierto día, los fariseos le pidieron a Jesús que les diera una señal del cielo que indicara que él era el Mesías. Jesús respondió: «¡Hipócritas, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis distinguir!» (Mat. 16:3).

Si esa misma pregunta se formulara hoy, 29 de febrero de 2012, Jesús respondería: «¡Hipócritas, que se preocupan por la precisión del calendario pero no se dan cuenta de que viven los últimos días de la historia de este mundo! Dejen de pensar tanto en su calendario y ocúpense más de prepararse para mi segunda venida».

Sí, quizá sea recomendable que el calendario y el año solar estén sincronizados; pero que, con la ayuda del Espíritu Santo, mantengamos sincronizada nuestra vida con la Palabra de Dios es de importancia eterna. La pregunta que tenemos que formulamos a diario no es: «¿Qué día es hoy?», sino: «¿Mi vida refleja hoy y cada día la voluntad de Dios?».

Padre mío que estás en los cielos, haz que las palabras que salgan de mi boca y la meditación de mi corazón te sean aceptables.


(Basado en Mateo 16:1-4)
Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

martes, 28 de febrero de 2012

Matutina Menores 28

















LIMPIO POR DENTRO Y POR FUERA
Luego lavará su ropa y se lavará a sí mismo con agua, y después podrá entrar en el campamento, aunque quedará ritual mente impuro hasta la tarde (Números 19:7)


Números 19:7 nos dice que el sacerdote tenía que lavarse con agua después de hacer sacrificios especiales. ¡Qué maravillosa es el agua! La mayor parte de la tierra está cubierta por ella. Nuestro cuerpo está compuesto mayormente por agua. Un tomate es casi todo agua. Necesitamos agua por dentro para que nos purifique y la necesitamos por fuera para que nos limpie.

En algunos lugares podemos encontrar agua apenas a unos pocos centímetros debajo de la tierra, mientras que en otros lugares hay que cavar decena, de metros para conseguirla. El agua cae del cielo y hace que las plantas crezcan. Después del aire el agua es lo que más necesita tu cuerpo. Sin ella apenas podríamos vivir unos cuatro días. Sí, el agua es muy importante.
Así como el agua es necesaria para vivir; el perdón que viene de Dios, es necesario para vivir eternamente. Sin el perdón no podríamos pasar la eternidad con Jesús. El perdón limpia tu corazón del pecado y le hace sentir muy bien. Pídele a Jesús que perdone tus pecados en este momento y experimenta lo bien que se siente al ser lavado por el perdón.



Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush

Matutina Jóvenes 28







































ESCOGE BIEN A TUS CONSEJEROS

Aléjate del necio, pues de sus labios no obtendrás conocimiento. Proverbios 14:7


¿Cuál es el colmo de un padre sabio? Que el hijo le salga necio. Y sin ánimo de ofender a nadie, ¿de qué otra manera se puede calificar a Roboam, el hijo del sabio Salomón?

Roboam tuvo acceso a la sabiduría de los sabios, pero prefirió la necedad de los fatuos. Fue precisamente su padre, Salomón, quien escribió: «Júntate con sabios y obtendrás sabiduría; júntate con necios y te echarás a perder» (Prov. 13:20). Roboam hizo exactamente lo contrario.

Desde regiones lejanas de la tierra la gente venía a escuchar la sabiduría de Salmón (ver 1 Reyes 10:24). ¿Dónde estaba Roboam mientras su padre impartía su sabiduría?

El ejemplo más claro de su necedad lo encontramos cuando Roboam heredó el reino, después de la muerte de su padre. Justo al comienzo de su reinado, el pueblo le pidió que aliviara la carga que Salomón había impuesto sobre ellos. Recordemos que Salomón «exprimió» los bolsillos del pueblo al exigirles un impuesto tras otro para complacer los caprichos de sus esposas y concubinas (ver 1 Reyes 11:1-11). Lo más sensato era que Roboam aliviara esa carga. Y ese fue precisamente el consejo que le dieron los ancianos asesores del reino.
Sin embargo, ¿qué hizo Roboam? «No hizo caso del consejo de los ancianos, sino que consultó a los muchachos que se habían criado con él» (1 Reyes 12:8). Y el consejo de sus amigos no pudo ser peor: ¡Le aconsejaron que aumentara la carga sobre el pueblo!
Difícilmente se pueda ser más necio. Como resultado de esta decisión, diez de las doce tribus de Israel se rebelaron contra Roboam. Solo Judá y Benjamín se mantuvieron leales al insensato rey. Con un reino dividido, debilitado y disminuido, Roboam en pocos años destruyó lo que tanto les había costado edificar a su abuelo David y a su padre Salomón. ¡Y todo por no escuchar el consejo de los más sabios!
La lección está clara: «Atiende al consejo y acepta la corrección; así llegarás a ser sabio» (Prov. 19:20). O como lo expresa la sabiduría popular: «El que no escucha consejo, no llega a viejo».
Delante de ti están las grandes decisiones de la vida: «¿Qué estudiaré?» «¿Con quién me casaré?» «¿Qué creeré?». ¡Escoge bien a tus consejeros
Dame, Señor, Discernimiento para buscar siempre el consejo de tos sabios.



Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes

Dímelo de frente

Por Fernando Zabala


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Matutina Mujeres 28



























VIVIR CON SABIDURÍA

Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría (Salmo 90:12).


De todos los libros de la Biblia, los que más me agradan son Salmos, Proverbios y Eclesiastés. Creo que a través de la lectura y el estudio de estos libros Dios puede mostrarnos de una manera práctica cuál debe ser nuestra conducta. Al presentar detalles de la vida diaria también desea que entendamos que el principio de la sabiduría consiste en obedecerlo y adorarlo él. Además, en el conocimiento de Dios podremos encontrar promesas de esperanza, adquirir inteligencia y prudencia, así como marchar por el buen camino.

Los Salmos han sido fuente de inspiración y aliento para los creyentes a través de las edades. Sus palabras de consuelo han hecho el milagro de renovar la fe y el ánimo del agobiado y del cansado. Nos enseñan que es posible traer nuestras cargas y penas a los pies de Dios, sin dejar de alabarlo y adorarlo por toda su grandeza y misericordia.

Por otro lado, Proverbios es un libro que encierra la sabiduría del pueblo hebreo. Contiene pensamientos breves que iluminan verdades nacidas de experiencias de la vida. El libro de Eclesiastés forma parte de la literatura sapiencial hebrea, una especie de crítica al secularismo, a la vez que pretende combatir la tendencia a relegar la religión a una categoría secundaria.
Vivir con sabiduría significa obedecer a Dios y beneficiar a los que nos rodean. Requiere desempeñarnos dentro de las normas que Dios ha establecido para nuestro bienestar; eso incluye nuestro cuerpo, mente y espíritu, así cómo nuestras relaciones con los demás.
Recordemos que Dios tiene un plan para cada una de nosotras y que debemos colaborar para que se cumpla cada día. De esa forma seremos renovadas y llegaremos a ser semejantes al Señor. Creo que es importante que reconozcamos ese deseo de él y que procuremos esforzarnos para que se cumpla en nosotras.
Entreguemos nuestra voluntad a Dios y seamos obedientes a su Palabra, reconociendo que la verdadera felicidad, tanto en esta vida como en la futura, depende de la obediencia a los mandatos divinos.
Te invito a que hoy agradezcas y alabes a Dios por su fiel Palabra que nos guía ¡a encontrar la verdadera sabiduría!



Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer

Una cita especial

Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Militza Loyo es venezolana y vive en Montemorelos con su esposo Germán Encinas y su hija. Es Licenciada en Psicología educativa.



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Matutina Adultos 28

























CRISTO NOS FORTALECE

Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos
(Lucas 6: 31).


¿Ha tenido o tiene, algún enemigo? Es probable que la mayoría de la gente responda que sí.

¿Quién es un enemigo? Es aquella persona que nos desprecia, nos detesta, nos desea mal, que siente un odio visceral por nosotros y que se enfada cuando hacemos alguna buena obra por ella. Hagamos lo que hagamos, nos odia. Jesús enseñó que los enemigos son los que nos ultrajan, nos amenazan, nos insultan, nos persiguen, nos calumnian e, incluso, llegan a agredirnos.
Por eso, las palabras de Jesús son tan difíciles de entender: «Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen» (Mat. 5: 44). Sus palabras se oponen diametralmente a lo que nos enseña nuestra cultura. El mundo dice: «¡No seas tonto y paga con la misma moneda!». Sin embargo, Jesús dijo: «Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos» (Luc. 6:31).
Este texto se conoce como la Regla de Oro. La ley la del mundo es la venganza y el odio. Pero como hijos e hijas de Dios, tenemos una regla superior. Si las personas nos provocan, no debemos responder a su provocación. Si nuestros enemigos nos insultan, nos persiguen, nos calumnian y nos ultrajan, no hagamos lo mismo con ellos.
El reto que Jesús nos plantea es como una elevada cumbre difícil de escalar. Al orar, quisiera decir: «Señor, ¿cómo puedes pedirme que ame a mis enemigos?». La verdad es que, solo con nuestras propias fuerzas es imposible. No podemos escalar esa cumbre por nosotros mismos. Necesitamos la ayuda del Señor.
La naturaleza humana es egoísta y, por eso, nos cuesta amar al prójimo. Jesús no vino a este mundo para que nosotros no tuviéramos enemigos, sino para enseñarnos cómo tenemos que relacionarnos con ellos. Sin embargo, la meta está a nuestro alcance cuando sabemos que «todo lo [podemos] en Cristo que [nos] fortalece» (Fil. 4:13). (Basado en Mateo 5:44)



Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill




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Matutina Menores 27

































QUEMADO PARA DIOS!

Ordena a Eleazar, hijo de Aarón, que saque los incensarios de entre los
restos del incendio, y que arroje lejos las brasas que aún haya en ellos (Números 16:37)


Hoy exploraremos juntos el antiguo servicio de adoración de los israelitas, en el que se quemaban cosas. En el versículo de arriba vemos que el sacerdote tenía incensarios, que eran unas pequeñas vasijas hechas de oro. El sacerdote ponía en ellos incienso de aroma agradable que representaba las oraciones del pueblo subiendo hacia Dios. El incienso casi nunca se quemaba completo, así que quedaban brasas en el incensario.

A lo mejor alguna vez has ayudado a encender una fogata. Cuando el fuego no quema la madera completamente, lo que quedan son brasas (o carbón). Esas brasas pueden usarse de diferentes maneras. Pueden ser quemadas de nuevo a temperaturas muy altas y usadas para cubrir con una capa dura algunos metales. Puede ser molida y tomada para aliviar el malestar del estómago. Puede ser usada como un ingrediente para hacer pólvora. Incluso puede usarse para filtrar el agua.
Aunque algunas personas piensen que nosotros no servimos para algunas cosas, Dios puede usarnos para hacer grandes cosas para él. No dejes que nadie te haga pensar que tu vida no sirve. Si Dios puede usar hasta lo que queda de la madera quemada, seguramente puede usarnos a nosotros, con todos nuestros defectos, para ayudar a los demás a aprender de él.



Tomado de Devocionales para menores

Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush





Matutina Jóvenes 27




































LE ECHO LA CULPA AL DIABLO!
Oh Dios, examíname [...]; mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno. 
Salmo 139:23,24.

No puedo evitar una sonrisa cada vez que recuerdo un incidente que se produjo en una de las iglesias que dirigí en mis primeros años de pastor.
Sucedió durante un culto de oración, un miércoles de noche, en la iglesia principal del distrito. La iluminación del lugar no era buena, y le correspondía hacer los anuncios al anciano de turno. El buen hombre dijo lo que tenía que decir, pero cuando quiso sentarse, por alguna razón calculó mal el sitio donde había quedado su silla. Al darse cuenta de que había calculado mal, mientras caía hacia atrás instintivamente buscó algo a lo que agarrarse. Logró asirse de una silla vacía, pero el impulso que llevaba era tan fuerte que la silla no pudo detener la caída. Al caer, con su cabeza golpeó un florero. Las flores se dispersaron, el agua se derramó y ya puedes imaginar la escena.
Cuando se restableció la calma, nuestro hermano, con ese humor que siempre lo caracterizaba, nos reservó lo mejor para el final. Poniéndose de pie, tomó el micrófono y, como si nada hubiese ocurrido, dijo riéndose: «¡Ese diablo sí que tiene cosas!».
Para él, el diablo era el culpable de lo que le había pasado. Este incidente nos hace reír, pero también nos recuerda parte de la herencia que nos dejaron nuestros primeros padres. Adán culpó a Eva por haber comido del fruto prohibido (ver Gen. 3:12). Por su parte, Eva culpó a la serpiente (vers. 13). Y desde entonces nos hemos especializado en buscar chivos expiatorios para justificar nuestras caídas. Tiene razón Erica Jong cuando escribe: «¡Qué bueno es tener a alguien a quien culpar!».
Es así como culpamos a nuestros padres por nuestros defectos de carácter; a los profesores por las malas calificaciones; al novio o a la novia, por nuestros problemas sentimentales; a los amigos, las suegras, los pastores, los gobernantes... y a todo el que se nos cruce, por los desastres que nosotros mismos hemos causado.
Una clara señal de que estás madurando como persona se manifiesta cuando te haces responsable de tus errores. Cuando reconoces que has fallado y te propones hacer mejor las cosas. Es de humanos errar, y de sabios rectificar. Y lo que es aún más importante: recuerda que tu Padre celestial estará siempre a tu lado para ayudarte.
Capacítame, Señor, para responder por mis errores y para corregirlos a tiempo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala


Matutina Mujeres 27





































DE LO COMÚN, A LO ETERNO!

Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo (Mateo 25; 34).

Si tuvieras que dejarle algo en herencia a una persona que estimas y aprecias, ¿Cuál de tus pertenencias elegirías? Yo tal vez legaría mis cuadernos y libros de música, o mis cotosos zapatos. Quizá esos es algo que tengas que pensar y analizar con detenimiento. ¿Quién sería el agraciado? ¿Cuidará esa persona de tus pertenencias en la misma forma en que tú lo has hecho? Sin embargo, la pregunta más importante podría ser: ¿Llegará a beneficiar a esa persona el objeto o la posesión que le dejamos?
En Navidad, muchas personas han regalado obsequios a varios miembros de mi familia, en especial a mi papá. Entre otras cosas él recibió un regalo algo «extraño». Un amigo de la familia le entregó un frasco que contenía un líquido antibacterial. No sé si nuestro amigo estaba pensando en la cantidad de bacterias que mi papá estaba en capacidad de transmitir, o en las que podría recibir. Creo que esa duda habría que aclararla en otra ocasión.
Por otro lado, me llamó la atención que ese día dicha persona llevaba consigo artículos de mayor valor monetario: una computadora personal, un equipo de música de los más recientes, tarjetas bancarias, y quizá algo de efectivo. Sin embargo, decidió obsequiarle a mi padre un frasco de líquido antibacterial.
Quizá creas que soy una ilusa al pensar que aquel visitante podría haberle regalado su computadora a mi papá, pero a veces lo que cuenta no es tanto el valor del obsequio como el posible beneficio que puede aportar.
Alguien dijo: «Lo eterno no se busca en los grandes milagros y bendiciones de la vida, sino en un simple encuentro, en una simple bendición que a veces no vemos, y que pasamos por alto». En nuestra relación con Jesús podría sucedemos algo parecido.
Tal vez ya hayas identificado lo que deseas poner en las manos de la persona que aprecias. En mi caso, creo haber recibido el don de la salvación, y eso mismo es lo que desearía legarle a alguien que sea especial para mí. Y tú, ¿qué has recibido hoy?

Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Yoela Murillo




Matutina Adultos 27

























AMAR AL PRÓJIMO

Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 22:39).

¿Alguna vez ha pensado en qué querría decir Jesús al ordenarnos que amemos al prójimo como a nosotros mismos? No dijo que tenemos que amar al prójimo y ya está. Si eso fuera todo, quizá pudiéramos amarlo a distancia. Quizá lo tratásemos como si fuera de la familia, pero un poco menos. Probablemente haríamos por él la mitad, una tercera parte o una décima parte de lo que hacemos por nosotros mismos. Sí, habría resultado más cómodo que Jesús dijera: «Amad al prójimo». Pero no, dijo que tenemos que amar al prójimo como a nosotros mismos.
Ahora repito la pregunta: ¿Qué significa amar a alguien como a uno mismo? Está bien, responda a esta pregunta: ¿De quién son los dientes que cepilló esta mañana? ¿De quién es el pelo que peinó? ¿De quién, la ropa que cuelga en su armario? ¿Y la cuenta de ahorros que tiene en el banco? Nos ocupamos de nosotros mismos. Nos amamos. Amar es ocuparse de las necesidades. Aceptémoslo. Nos ocupamos de nuestras necesidades.
Cuando tenemos un interés personal, queremos satisfacerlo. Cuando tenemos una necesidad, queremos satisfacerla. Cuando tenemos un deseo, queremos cumplirlo. Si tenemos una esperanza, queremos que se cumpla.
Estamos preocupados por nuestro bienestar, nuestra comodidad, nuestra seguridad, nuestros intereses y nuestra salud, tanto física como espiritual, temporal y eterna. Nos preocupamos mucho por nuestros asuntos. Buscamos nuestro propio placer y no conocemos límite a la hora de obtener lo que deseamos. Ya ve, esta es exactamente la forma en que tenemos que amar a los demás.
En otras palabras, tenemos que alimentar por el prójimo un amor completamente sincero, ferviente, habitual y permanente, que ponga en nuestro corazón su interés, sus necesidades, sus deseos, sus ansias, sus esperanzas y sus ambiciones; a la vez que nos impulsa a hacer todo lo posible para asegurarnos de que todo su bienestar, toda su seguridad, toda su comodidad y todos sus intereses se cumplen, de modo que cumplir para él todo lo que necesite, lo que quiera o lo que le da placer, sea nuestro principal anhelo. Eso es lo que Jesús quiso decir con el mandato de amar al prójimo como a nosotros mismos.
Hoy le sugiero que piense en todo lo bueno que Dios ha hecho por usted. Luego ore para que él le muestre de qué manera usted puede convertirse en una bendición para los demás. (Basado en Mateo 5: 44)

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill

Matutina Menores 26




























GRANDES BENDICIONES


Llegaron hasta el arroyo de Escol, cortaron allí una rama que tenía un racimo de uvas, y entre dos se lo llevaron colgado de un palo. También recogieron granadas e higos» (Números 13:23).


Presta mucha atención al versículo de hoy. Estamos caminando con dos hombres que acaban de cortar un gran racimo de uvas y lo llevan colgado en un palo entre los dos. Al parecer las uvas eran muy grandes en ese lugar.

Todavía hoy podemos encontrar por el mundo frutas y vegetales bastante grandes. En el año 2001 el record de la calabaza más grande lo tenía una de '572 kg. Imagina cómo debe ser tratar de sacarle todas las semillas a esa calabaza. La manzana más grande que se conoce pesaba 1,4 kg. Otro tipo de calabaza que normalmente es más pequeña, alcanzó el asombroso peso de 482 kg. ¡Increíble!
Las frutas de la Tierra Prometida eran muy grandes, y aún hoy se cosechan frutas y vegetales gigantes en esa área, pero jamás podrán compararse con las cosas que Dios tiene preparadas para nosotros en el cielo. Lee lo que Pablo escribió en 1 Corintios 2:9 y dime si no es maravilloso. Hablando de cosas grandes, ¡esas sí serán grandes bendiciones!



Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush